lunes, 27 de enero de 2014

Ad Astra per Aspera


"Ad astra per aspera". "Hacia las estrellas, a través de la adversidad". Es una frase de Séneca, escritor romano nacido en el año 4 antes de Cristo.
La conocí por primera vez, hace mucho tiempo, y me encantó. Por su significado y por su sonoridad, sobre todo por lo primero. Las estrellas siempre han tenido para los antiguos un significado especial. Sabían que eran algo inalcanzable y desconocido. Dirigían su destino desde el cielo, pero no podían ver más allá de su brillo parpadeando en las noches oscuras. Quizás por eso, se convirtieron en su obsesión. Llegar a las estrellas era su objetivo, aunque fuera difícil. Lo más noble a lo que podía aspirar el ser humano entonces y ahora.

Me gustó, como digo, el proverbio en latín. Lo tengo en mi estado de Whatsapp, ese lugar donde resumes toda tu experiencia vital en diez palabras. Y hoy he buscado en internet esta frase.....

¡¡Dios!! Más de tres millones de resultados en Google con esta frase. Ahora parece que Séneca lo dijo al revés: Per Aspera Ad Astra. Aunque solo lo parece, porque nadie está seguro de eso.

Hay montones blogs que hablan de esto
Hay canciones que incluyen esta frase (malísimas)
Es el lema del Instituto Nacional Mejía de Quito, en Ecuador, del Grupo 5 de caza de la Fuerza Aérea Argentina,del Ejército del Aire de España
Hay una película que se llama así (rusa, puff)
Hay imágenes de mujeres (¿Por qué casi todo mujeres?) que se la han tatuado. La enseñan justo debajo del sujetador, o en un pie.
Hay gente que no sabe ni escribir en español que pregunta qué significa esta frase en latín
Hay de todo..

Lo peor de todo es que me gusta a mí. Me gustaría alcanzar las estrellas....¡Pero veo que soy más vulgar que París Hilton!.

Yo conocí esa frase aquí y espero que eso me haga algo menos vulgar....



Es que alcanzar las estrellas realmente es muy complicado....

lunes, 20 de enero de 2014

About connecting the dots...

La verdad es que no tengo una opinión definida sobre Steve Jobs; no sé si era un genio como dicen algunos, o un ogro, como otros argumentan. También es cierto que me da lo mismo no tenerla, no pasa nada por no hacerlo. Tampoco hablaré de Apple, aunque creo que ya no es lo que me gustaría que fuese...pero es otro tema.

Como decía, me da igual lo que piensen los demás de Steve Jobs pero, no sé si de forma natural o estudiada, era una persona que comunicaba. Su discurso en la Universidad de Standford en 2.005 me hizo llorar, y he de decir que aún me arrepiento de ello, pero lo hizo. Habla en él de tres cosas: Sobre conectar los puntos, sobre el amor y la pérdida y al final sobre la muerte. Resume todo con cuatro palabras "Stay hungry, stay foolish". Algo intraducible pero que se refiere a siempre buscar algo más y a que, en el fondo, no hay que pensar demasiado las cosas, todo es relativo, como ya dije....

La historia que más me hizo pensar fue la primera, About connecting the dots...Habla de esos puntos que forman una figura y que todos hemos visto en los juegos para niños. Al final siempre sale un conejo, pero no siempre. Cuando tu creas los puntos, nunca sabes cómo se conectarán, tienes que confiar en que lo harán y que, luego, mirando hacia atrás todo cobre sentido.

El discurso es este, merece la pena verlo:




Siempre hay que creer en algo: tu instinto, tu destino, tu vida, el karma, ¡lo que sea!

miércoles, 8 de enero de 2014

Una estela en el mar

Lo reconozco, soy apasionado del Programa Apolo, ese conjunto de misiones que permitió entre 1969 y 1972 que una docena de seres humanos pisaran la Luna. Muchas veces he pensado por qué...

Al final no es tan complicado, mucha gente se apasionó también, en eso no soy muy original, aunque la verdad es que no sé si por las mismas razones. Las mías son éstas:

- El proyecto Apolo es un mensaje de superación, de obstinación, incluso de terquedad por alcanzar un objetivo. De tropezar y levantarse una y otra vez. De fracasos, de ilusión y decepción. De triunfo al final. Todo son sentimientos. El proyecto Apolo llevó a la Luna lo que todos alguna vez quisimos ser

- Nunca fue rentable, todo el dinero invertido no se recuperó en absoluto, salvo en cosas que se tuvieron que desarrollar tales como el velcro, el tubo de pasta dental, las lentes de contacto y ¡los pañales desechables!. Eso le da mucho más valor, el beneficio fue otro muy distinto

- Por último, nunca en la historia se ha demostrado de esta manera la capacidad creativa del ser humano. Nunca la tecnología dió un salto tan brusco en todas las disciplinas, desde la informática a las telecomunicaciones. Por cierto, el ordenador de la nave Apolo 11 tenía una memoria ROM de 72 Kb (72000 bytes) y 4 Kb (4000) bytes de memoria RAM, pregunten a Microsoft si con eso llegaría a la Luna

Pero no voy a hablar de eso. Hubo siete misiones tripuladas en el proyecto Apolo, con tres hombres cada una. De ellos, uno permanecía en órbita en el módulo de mando y los otros dos pisarían la Luna en el módulo lunar. Serían catorce hombres los que debieron aterrizar, pero el Apolo 13 como todos sabemos nunca lo hizo. Su comandante fue James Arthur Lovell Jr, Jim Lovell. Le conocí hace años en Canadá, pero eso no viene al caso. A comienzos de los años 50 Jim Lovell era piloto de combate. Pilotando un avión F2H Banshee desde el portaviones USS Shangri-La en el mar del Japón tuvo una experiencia que describe perfectamente todo lo que quiero comentar hoy.

Esta es la entrevista donde Lovell describe lo que ocurrió:

- El comandante Jim Lovell ha pasado más tiempo en el espacio, casi 24 días completos, que cualquier otro hombre. Una vez le pregunté si había sentido miedo.

- Bueno, he tenido un apagado de motor unas cuantas veces en una aeronave, y sentí curiosidad por si iba a volverse a encender y cosas parecidas pero… parece que todo se resuelve solo.

- ¿Hay algún momento en concreto… quizá una emergencia en la que recuerde haber pasado miedo?

- Ehhh… si. Recuerdo una vez. Pilotaba un Banshee de noche en condiciones de combate, así que no había luces de orientación en el portaaviones. Era el Shangri-La y estábamos en el mar del Japón. Mi radar no funcionaba, y mi señal de dirección había desaparecido porque alguien en Japón estaba usando la misma frecuencia, de modo que me estaba alejando de donde se suponía que debía estar. Miré hacia abajo y vi un inmenso y oscuro océano, así que… encendí la lámpara del mapa… y de repente… zas!! Todo se apagó en mi cabina, absolutamente todo. Todos los instrumentos, las luces, ni siquiera podía saber cual era mi altitud… Sabía que me estaba quedando sin combustible, de manera que pensé en hacer un amaraje forzoso… miré hacia abajo… y en la oscuridad… había una estela verde… era como una larga alfombra que hubieran puesto justo debajo de mi… eran las algas, ¿sabe? Era aquella materia fosforescente que se revuelve al pasar un gran barco y estaba… estaba… literalmente, llevándome a casa. Si no se hubiera cortocircuitado el sistema eléctrico de mi avión dejándome a oscuras, jamás hubiera podido ver aquello. Así que… nunca se sabe… nunca se sabe que puede ocurrir para ayudarte a llegar a tu destino...


Nunca se sabe qué puede ayudarte a llegar a tu destino....